La decisión unilateral tomada desde la dirigencia nacional del PAN, a favor de la virtual candidatura de Renán Barrera Concha, al gobierno de Yucatán, aceleró la ruptura al interior panista. El dedazo ha sacudido las aguas políticas y ha dejado en evidencia grietas en la unidad partidista del albiazul.
Uno de los aspectos más notables de esta situación es la falta de pronunciamiento por parte de Liborio Vidal y Rommel Pacheco, quienes hasta el momento no han felicitado ni expresado su apoyo a Renán Barreras. Esta ausencia de gestos de apoyo sugiere un ambiente de discordia y desacuerdo en el interior del partido, lo que podría indicar una fractura en su cohesión.
En sus redes sociales, tanto Rommel Pacheco como Libo Vidal, no han colgado nada en referencia a su apoyo a Renán Barrera o Cecilia Patrón, virtuales candidatos a la gubernatura de Yucatán y alcaldía de Mérida, respectivamente.
La imagen que circula de Romel Pacheco, junto a otros miembros del PAN, posando con rostros de desacuerdo, ejemplifica visualmente esta tensión. La aparente unidad que se esperaría ver en una formación política se ve empañada por estas señales de discrepancia. Esta imagen puede reflejar la existencia de diferencias internas más profundas que podrían afectar la capacidad del partido para enfrentar el proceso electoral.
Además, los rumores que circulan sobre posibles acuerdos entre Liborio Vidal y Movimiento Ciudadano para buscar una candidatura añaden otro nivel de complejidad al panorama político. Si bien es común que los partidos busquen alianzas y coaliciones estratégicas, en este caso, puede interpretarse como un síntoma del debilitamiento del PAN y de la necesidad de explorar nuevas opciones para sus aspirantes.
En vista de estas circunstancias, es innegable que el PAN enfrenta un desafío interno significativo mientras se dirige hacia el proceso electoral de 2024. La falta de cohesión y unidad puede debilitar su posición y socavar su capacidad para presentarse como una alternativa fuerte y unida ante los votantes.
Después del dispendio de los aspirantes panistas a la candidatura al gobierno, ahora dicen que fue un proceso ordenado y transparente.
Dentro y fuera del Partido Acción Nacional (PAN), se ha presenciado un espectáculo político que parece haber consumido cualquier vestigio de proceso democrático interno. La noticia de que Markos Cortés y Mauricio Vila han anunciado el dedazo a sus candidatos a gobernador y alcalde de Mérida, respectivamente, sin siquiera revelar los resultados de la encuesta, ha dejado a los panistas con rostros largos y airados reclamos. Por lo que militantes ya denunciaron que los berrinchudos Libo y Rommel, azuzan a sus seguidores a cambiarse de color.
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