Desbocado el PAN, ya se dicen ganadores de la encuesta

El «CEN del PAN», dará inicio a una ronda de encuestas que contempla 1,200 llamadas a ciudadanos, con el objetivo de conocer las preferencias electorales de los panistas yucatecos, lo que arrancó una desenfrenada lucha de encuestas en redes sociales entre los seguidores de Renán Barrera y Liborio Vidal.

Desde antes de la medianoche del jueves, los cuartos de guerra de los pre aspirantes del PAN se activaron en las redes sociales, generando una especie de preludio a los resultados oficiales. Encuestas «patito» comenzaron a inundar las plataformas digitales, otorgando triunfos simbólicos a ciertos candidatos antes de que se dieran a conocer los resultados legítimos. En este tumulto, nombres como Renán Barrera y «el amigo» Libo emergieron como los preferidos en las encuestas no oficiales.

Este episodio no hace más que subrayar las divisiones y enfrentamientos internos que actualmente sacuden al partido. Las redes sociales se convirtieron en un campo de batalla virtual, donde cada bando intentaba imponer su candidato a través de estas encuestas improvisadas. Esto, en última instancia, refleja un dilema mayor que el PAN enfrenta: una profunda fractura interna que se ha venido gestando y que, aparentemente, está auspiciada incluso desde los pasillos del poder gubernamental.

La transparencia y democracia, dos valores fundamentales que deberían regir en cualquier proceso interno de un partido político, parecen estar comprometidas en esta situación. Con acusaciones de manipulación y uso de recursos públicos para influir en las preferencias de los votantes, el PAN está navegando aguas turbulentas en su búsqueda por encontrar una figura que los represente en la contienda electoral.

La contienda por la candidatura a la gubernatura se ha convertido en un espejo de los desafíos más profundos que enfrenta el PAN. Es un recordatorio de que la construcción de un proceso político interno transparente y democrático no es tarea sencilla. Las discordias y divisiones parecen arrojar una luz poco halagüeña sobre el partido, pero también pueden ser la oportunidad para una reflexión profunda sobre su identidad y dirección futura.