Aunque Mérida cuenta con más de 200 puntos verdes en los que a la fecha se han reciclado más de una tonelada de residuos reciclables, lo cierto es que no existe en todo el estado industria alguna que procese el vidrio y pilas que colectan.
En propias palabras de Alejandra Bolio Rojas, quien es directora de la Unidad de Desarrollo Sustentable de Mérida, ni el vidrio, ni las pilas, que son recolectados en todos los puntos verdes que hay en la ciudad se procesan en el estado.
Y es que según dijo son “empresas aliadas” quienes colectan en los puntos verdes este material, pues son quienes tienen la maquinaria adecuada para transportarlo y triturarlo, porque el ayuntamiento meridano carece de ellas.
Indicó que lo único que se puede hacer en Yucatán es triturar el vidrio para que sea menos voluminoso y más barato su transporte a plantas del centro y norte del país que si tienen fundidoras donde transformar este residuo.
El caso de las pilas colectadas no es muy diferente y es aún más complicado, pues se requiere que las empresas que las colectan y se las llevan del estado, estén autorizadas por la Semarnat para manejarlas, pues son un residuo peligroso y altamente toxico, mismas características por las que también tienen un tiempo límite de permiso para mantenerlas almacenadas.
En Mérida son casi 6 mil toneladas de basura las que se generan a diario, lo que deja ver la magnitud del problema de la basura y el poco empeño del gobierno estatal y municipal por buscar una forma de procesar estos residuos en el estado y dejar de gastar en enviarlos a otras ciudades.
¿No sería acaso esto un proyecto más ecológico y necesario que la inversión hecha por tener un “transporte sustentable”?
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